Al cruzar el
Mar Rojo, Israel por fin dejó atrás los problemas en Egipto, y avanzaron hacia
el monte Horeb. Pero el viaje los llevó
por el desierto de Shur, y nuevos problemas.
¿Qué significó
este desierto para el pueblo de Israel?
i.
Fue un tiempo de
prueba. Tres días sin hallar agua era
crítico, para un millón y medio de personas (v.22b); y el agua amarga colmó su
paciencia (v.23-24).
ii.
Fue un tiempo de
comprobar el poder de Dios y Su fidelidad (v.25a).
iii.
Fue un tiempo de
comunión espiritual con Dios (v.25b-26).
Dios aprovechó a darles “estatutos
y ordenanzas”. Además de ello,
aprovechó a probarlos (v.25b). También
les habló, dándoles nuevas promesas (v.26).
iv.
Fue un tiempo de
conocer más a Dios; otra faceta de Su carácter: “Jehová tu sanador” (v.26b).
Luego de ese
tiempo de prueba, Dios los guió a Elim – un lugar de descanso y
refrigerio físico (v.27).
REFLEXIÓN:
¿Hemos experimentado algunos ‘desiertos’ en nuestras vidas (Os 2:14)? ¿Situaciones de gran necesidad? ¿Qué nos ha enseñado Dios en esos momentos críticos? Si
estamos enfrentando una situación crítica en este momento, confiemos que Dios
tiene más cosas que mostrarnos acerca de Su Persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario