Luego de una larga espera, y una
tremenda lucha espiritual, llegó el momento de la liberación del pueblo de
Israel. A medianoche, Dios ejecutó Su
juicio contra Egipto (v.29). El
sufrimiento fue universal (v.30). En
medio de su gran dolor, Faraón ordena al pueblo de Israel a irse de su tierra
(v.31). Extrañamente, pide la bendición
de Dios (v.32b). Los demás egipcios
simplemente quieren que se vayan, temiendo por sus vidas (v.33). Pero, los hijos de Israel no salieron con las
manos vacías; “despojaron a los egipcios”
(v.35-36), como Dios había dicho.
No sabemos el número exacto de las
personas que salieron de Egipto, sólo que había unos 600,000 varones, mayores
de veinte años (v.37; Núm 1:45-46). Si
sumamos una cantidad similar de mujeres, y luego añadimos a los niños, estaríamos
hablando de una cifra no menor de un millón y medio de judíos. Dios había cumplido Su palabra de formar una
gran nación (Gén 46:3). Con ellos, salió
un grupo de personas de otras razas que también eran esclavos en Egipto
(v.38).
Fue un momento histórico; una
fecha que los hijos de Israel debían recordar y celebrar cada año, para siempre
(v.42). Otros podían hacerlo, siempre en
cuando, eran circuncisos (v.44, 48). La
circuncisión era importante, porque era la señal del pacto. Nadie que no era un miembro del pacto podía
participar de la celebración pascual (v.48b).
Aunque salió un tremendo número
de personas, la salida no fue desordenada.
Salieron “por sus ejércitos” (v.51); salieron “todas las huestes de Jehová” (v.41).
En ambos textos, la palabra en hebreo es, ‘tsaba’. Este término
significa una masa de personas organizadas como un ejército. Eso nos hace recordar que la Iglesia también,
lejos de ser una masa desorganizada de personas, debe ser un solo cuerpo; un
ejército espiritual. Unidos, bajo la
dirección de Cristo, para cumplir los propósitos de Dios el Padre.
REFLEXIÓN:
Es hermoso saber que somos salvos; que hemos sido librados del poder del
pecado. Pero, ¿entendemos el lugar que
ocupamos en el Cuerpo de Cristo?
¿Estamos sirviendo en el ejército del Señor?
Muy Bueno
ResponderEliminarAmen pq rebela su palabra y somos el ejercito d3l Dios viviente
ResponderEliminarquisiera tener más información de ustedes ...estudios actuales
ResponderEliminarMuy buena explicación...
ResponderEliminarGracias, enriquecedor. Paz
ResponderEliminarExcelente enseñanza, me edifica; nos hace reflexionar de cuan grande cosas hariamos, si unidos como el Cuerpo de Cristo oraramos con un mismo fin
ResponderEliminarBendiciones para toda la iglecia de Cristo
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